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Rebelión científica a las puertas del Congreso para denunciar la inacción climática

Decenas de personas de la comunidad científica y activistas arrojan pintura roja a la entrada del Congreso de los Diputados para evidenciar la falta de medidas contra el cambio climático.
En un momento de la acción llevada a cabo por el colectivo Rebelión Científica. Foto: Rodri Mínguez.

En la mañana del miércoles, el movimiento internacional Rebelión Científica (Scientist Rebellion) ha llevado a cabo una nueva “acción de desobediencia no violenta” al arrojar pintura que simulaba sangre en las escaleras de entrada del Congreso de los Diputados, en Madrid. El objetivo, según la organización, es visibilizar “el crimen de masa que implican décadas de inacción climática“, y demandan “compromisos firmes, eficaces e inmediatos a los responsables políticos”.

Esta acción se enmarca dentro de una semana de diferentes movilizaciones y actos que dieron comienzo el lunes 4 de abril. La fecha no se escogió al azar ya que fue el día que el IPCC, el panel de especialistas en cambio climático, presentó su informe sobre cómo mitigar la crisis climática. Las acciones llegarán a su fin el próximo viernes 9 tras haber involucrado a 25 países con huelgas académicas, divulgaciones científicas, ocupaciones de universidades y acciones de desobediencia civil.

La llamada Rebelión Científica es un movimiento formado por personas pertenecientes a la comunidad científica y académica que decidieron en 2020 hacer activismo climático. En España, más de 1.000 personas se han adherido al manifiesto La ciencia se rebela. En él se invita «a toda la comunidad científica, a todos los colectivos y actores sociales y a toda la ciudadanía, a pasar a la acción. Llegó la hora de exigir unos cambios que, de no producirse, van a ocasionar una cantidad inimaginable de sufrimiento. Un sufrimiento que puede ser evitado. Sólo si asumimos que nuestro maravilloso planeta tiene límites, y que somos nosotros y nosotras quienes nos tenemos que adaptar a ellos».

Entre las cabezas visibles de este movimiento está Fernando Valladares, profesor e investigador del CSIC. Para él, «los movimientos sociales se nutren de los datos e informes que hacemos los científicos y debemos mostrarles nuestro apoyo e incluso, como ahora, dar la cara por y con ellos». Otra que se ha sumado a la Rebelión Científica es Elena González Egea: «Como científicos, llevamos décadas avisando de la magnitud del problema. Por ello, y para que se nos escuche y se actúe en consecuencia, nos vemos obligadas a emplear la resistencia civil no violenta».

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COMENTARIOS

  1. A través de un manifiesto, apoyado por un número de científicos y científicas sin precedentes, el mundo de la ciencia de España se posiciona sobre la nueva propuesta de legalización de cultivos en el entorno del Parque Nacional de Doñana y sobre el futuro del espacio natural.
    Un total de 25 sociedades científicas estatales que forman parte del Grupo de Sociedades Científicas por la Conservación del Patrimonio Natural (SOCINAT), junto con 1.109 investigadores y científicos del ámbito de la biodiversidad y geodiversidad, han firmado un *manifiesto a favor de la protección de Doñana y contrario a la legalización de cultivos en el entorno del parque nacional.
    Este manifiesto explica que la evolución de los diferentes parámetros hidrogeológicos, hidrológicos y biológicos de Doñana, resultado de los múltiples estudios llevados a cabo en las últimas décadas, no dejan margen de duda sobre el deterioro del parque nacional y, por lo tanto, debe replantearse el modelo de planificación y gestión territorial en la zona, remediarse las amenazas que se ciernen sobre este espacio natural y evitar cualquier incremento de la superficie de regadío en el entorno.
    el documento apunta que la resiliencia del ecosistema ya ha sido gravemente afectada y que la tendencia se agravará y tornará irreversible si no se limitan las causas del drástico cambio que está sufriendo Doñana y su entorno.
    Por ello, lamentan que el Parlamento de Andalucía haya dado luz verde a la tramitación de un plan para modificar las zonas de regadío del entorno de Doñana y aumentar la superficie legal de riego, pese a la oposición del Gobierno Estatal, el organismo de cuenca, las organizaciones ecologistas, sociales y políticas, buena parte de los agricultores afectados y las advertencias de organismos internacionales.
    * Manifiesto de la ciencia por la conservación de Doñana:
    https://seo.org/wp-content/uploads/2022/03/Manifiesto_SOCINAT_Don%CC%83ana_def.pdf

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