Los animales tienen derechos por sí mismos. No son derechos que les asignamos los humanos según nos viene en gana. En España, actualmente está en proceso de tramitación la ley que busca avanzar en ese sentido. Esta norma responde a una demanda que llevan años reclamando muchas organizaciones y personas en defensa de los animales. Aun así, el texto presenta sombras puesto que no ha querido meterse a regular temas polémicos como la caza, las macrogranjas o la tauromaquia.
Este último es siempre motivo de señalamiento para España. Ocurre con el Índice de Protección Animal (API), un proyecto pionero que clasifica a 50 países de todo el mundo según su política y legislación de bienestar animal. Siguiendo esta investigación, realizada por la organización internacional sin ánimo de lucro World Animal Protection, España obtiene una C (A es la máxima y F la mínima). Se debe, principalmente, a la tauromaquia. Califican de «lamentable» que una práctica «tan cruel todavía esté autorizada por la ley sobre la base de la tradición cultural».
Con todo, la futura Ley de protección, derechos y bienestar de los animales tiene elementos positivos, empezando por la importancia del lenguaje: tu perro o tu gato no es una mascota, sino un animal de compañía o de la familia.
El nuevo dossier de #LaMarea87, ya a la venta, reflexiona desde el punto de vista jurídico y filosófico sobre todas estas cuestiones con especialistas y datos. Incluye estos textos:
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MACROGRANJA DE CAPARROSO (Navarra) propiedad de la empresa Valle de Odieta.
Un informe que diversos colectivos entregamos en el Parlamento de Navarra, compuesto de documentos oficiales y otros elaborados a partir de datos de fuentes oficiales, que describía las irregularidades que rodean a esta macrogranja y la situación de grave contaminación del agua en los pueblos de Marcilla, Villafranca, Caparroso y Milagro.
Un acto tan simple como el de informar a las autoridades para que tomaran cartas en el asunto ha hecho que personas y colectivos ecologistas estemos en riesgo de tener que enfrentarnos a un duro proceso judicial. Esto no es algo nuevo. Este tipo de estrategias se conocen como SLAPP o demandas mordaza: las presentan actores poderosos, empresas o gobiernos, para intimidarnos y acallar así la protesta pública.
Estamos ante un paso previo y después la empresa decidirá si nos lleva a juicio o no. Así que ahora más que nunca necesitamos mostrar que no somos solo 14 personas, sino miles, frente a este modelo de ganadería industrial que quiere imponer sus intereses económicos por encima de los públicos y medioambientales.
Ayúdanos a difundir este vídeo y nuestra petición de firmas:
https://www.youtube.com/watch?v=V_IGbXptT3w
¡Macrogranjas NO!: ni en Caparroso, ni en Noviercas, ni en ninguna parte.
Firmar:
https://es.greenpeace.org/es/que-puedes-hacer-tu/peticiones/macrogranjas-no-b/?utm_medium=social_network&utm_source=youtube&utm_campaign=Macrogranjas&utm_content=videonavarra&utm_term=videonavarra