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Las cabañuelas y Filomena: otro ejemplo de los medios al servicio de los clic

Nadie, haciendo uso de las cabañuelas (un método ancestral usado en el campo pero sin base científica), predijo la llegada de Filomena en enero de 2021. Pero los medios llevan más de un año difundiéndolo sin pruebas.
La borrasca Filomena, en 2021. Foto: May Robledo:Alfa Images.

Las cabañuelas son una pseudociencia y no pueden suplir en ningún caso la labor de la meteorología. Y a pesar de que los medios de comunicación llevan más de un año repitiéndolo hasta la saciedad, lo cierto es que nadie, recurriendo a este método ancestral usado históricamente en el campo por pastores y ganaderos, predijo la llegada de Filomena el año pasado.

Pero vayamos por partes. Enero de 2021. Del 6 al 10, España sufre una potente borrasca con multitud de fenómenos extremos por todo el territorio. El hecho, no obstante, no pilló por sorpresa. El jueves 31 de diciembre de 2020 (seis días antes y ocho días antes del inicio de las copiosas nevadas), “la Agencia Estatal de Meteorología emitió públicamente una nota informativa en su web en la que ya se indicaba que las precipitaciones asociadas al episodio iban a ser de nieve en cotas inusualmente bajas, y destacaba un posible episodio de temperaturas muy bajas que se prolongaría hasta el día 10 de enero”, cuenta Bea Hervella, portavoz de la agencia. Hasta aquí todo normal. 

Vuelta al presente. Es raro no encontrar cada poco un artículo sobre las cabañuelas y un joven que se define como “naturalista y hombre del tiempo” y que, según los medios y él mismo, supo antes que nadie de la borrasca Filomena gracias a las cabañuelas. Él está en su derecho de decir lo que quiera, aunque no existe ninguna prueba al respecto. Pero, ¿dónde queda la responsabilidad de los medios?

La práctica totalidad de periódicos, medios digitales, radios y televisiones de España repiten sistemáticamente desde el año pasado un hecho falso relacionado con una técnica que tiene la misma fiabilidad que, por ejemplo, la homeopatía y la astrología, y que entra dentro de las disciplinas conocidas como pseudociencias. Si no es habitual que estas dos tengan hueco en la prensa, ¿por qué las cabañuelas sí?

Saber de dónde surge todo esto no es fácil, pero todo apunta a 2021, concretamente, al 6 de marzo. Ese día, Diario de Burgos publicó la primera referencia al supuesto acierto en la predicción de la tormenta. Y, desde entonces, diversos medios han continuado con ello. 

El ejemplo de Antena 3 es especialmente paradigmático. El Grupo Atresmedia ha explotado este caso al máximo. Le ha dedicado reportajes en los informativos de máxima audiencia y en Espejo Público; innumerables noticias en la web –tanto de Antena 3 de laSexta–, en redes sociales. Incluso Antena 3 tiene vídeos en exclusiva con el joven sobre “cómo predecir una Filomena con meses de antelación” y hasta posee una sección propia dentro del medio. En otros medios locales, el adolescente ejerce como pronosticador del tiempo. 

La dudosa predicción ha sido publicada en la mayoría de los periódicos en papel más leídos: El Mundo (quien hasta aprovecha la noticia para vender palas, ropa de abrigo y otros artilugios), 20 minutos, Marca, As, La Vanguardia, ABC, La Razón, El Periódico… También en los digitales Ok Diario, El Español, y un sinfín de regionales. Lo mismo ocurre con las radios Onda Cero (de Atresmedia), Cadena SER y COPE. Y en las televisiones, como las ya mencionadas Antena 3 y TVE, y a la que se suma Telecinco, quien hasta emitió una pieza en los informativos de José Ribagorda. Incluso un reputado meteorólogo como Mario Picazo le dedicó un reportaje para Telemadrid. 

En cambio, otros profesionales del sector han afeado que se dé validez a esta técnica acientífica y se utilice o exponga a un chaval. El meteorólogo y periodista científico Marc Redondo, que trabaja en el programa de laSexta Aruseros, ha reprochado a su grupo que le hayan dado credibilidad a las cabañuelas. Y no es el único: cada vez más profesionales de la meteorología muestran su rechazo ante esta situación. El que más, Enrique Barrera, meteorólogo superior de AEMET en prácticas, quien lleva meses señalando en sus redes a los medios por dar cuerda a este método. “A nosotros, los de la ciencia, [las cabañuelas] nos parece ciencia ficción”, llegó a decir Roberto Brasero, hombre del tiempo de Antena 3. 

Una extrabajadora de uno de los grandes medios mencionados cuenta a este medio que la clave de que se le dé tanto bombo a este asunto se llama Google Discover, el famoso agregador de noticias que aparece por defecto en los teléfonos móviles. Este tipo de noticias, sostiene, gusta mucho a la plataforma… y a la gente, ya que les reporta muchísimas visitas a sus páginas webs.

“Los servicios que proporciona la Agencia Estatal de Meteorología no tienen nada que ver con una predicción basada en las cabañuelas, que no tiene base científica; son como el horóscopo; son reminiscencias ancestrales, elementos de la tradición que han sobrevivido, creados cuando se intentaba predecir a largo plazo, pero todavía no había método científico para darle base y fundamento al intento”, explica Hervella. 

A la experta, personalmente, este tema le “aburre mortalmente”. Para ella, gran parte del tiempo y espacio comunicativo que ha ocupado esta cuestión se podría haber empleado en temas o debates “mucho más originales, atractivos, inspiradores y útiles para los lectores”.

Los medios están promoviendo una técnica que carece de validez científica y dan por bueno un relato sin ni siquiera comprobarlo. Muchos dicen estar comprometidos con la ciencia (como Atresmedia) y otros (como El Periódico o El Mundo) están suscritos al The Trust Project, cuya filosofía es, entre otros, la “verificación de hecho y fuentes”. 

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