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La UE sigue importando electricidad procedente del carbón

Un informe del think tank Sandbag afirma que España es uno de los países más expuesto a estas importaciones
Demolición de la central térmica de Richborough, en el Reino Unido. Foto: shirokazan/Flickr (Lic: CC BY 2.0) Foto: demolicion-2

A pesar de todos los planes climáticos y las buenas intenciones, la Unión Europea sigue abasteciéndose de electricidad procedente del carbón. Y lo hace sin que esa electricidad pague precio alguno por sus emisiones. Esa es la principal conclusión de un nuevo estudio del think tank británico Sandbag. El informe muestra cómo los países miembros importan cada vez más electricidad sucia de países fronterizos. En esos países, al contrario que en la UE, no se aplican tasas a las emisiones, o esas tasas son mínimas.

“El precio sobre las emisiones aplicado en Europa está impulsando la construcción de una nueva hornada de plantas de carbón justo al otro lado de sus fronteras. Esta energía, que conlleva grandes emisiones de carbono, se está colando en la red eléctrica europea”, resumió Chris Rosslowe, analista de electricidad de Sandbag y autor principal de la investigación. Sin embargo, añadió Rosslowe, la solución no debe ser “muy complicada”. Para el analista, el problema puede solucionarse con una tasa fronteriza sobre la electricidad importada. “Con esta política podemos extender la influencia de recorte de emisiones de la UE más allá de sus fronteras, y ayudar a los países vecinos a instalar energías limpias de manera más rápida”, concluyó.

La electricidad importada por la UE supuso emisiones de 26 millones de toneladas de CO2 (más de lo que emiten, por ejemplo, todas las centrales de carbón de Italia en un año). Las importaciones costaron unos 26.000 millones de euros. Según el informe, de haberse producido en la UE, esta electricidad hubiese generado unos 630 millones de euros para las arcas públicas comunitarias a través de la tasa a las emisiones.

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España, expuesta

España está entre los países más expuestos a esta filtración de electricidad sucia. A pesar de que en nuestro país el carbón cada vez ocupa una proporción menor en el mix eléctrico, cada vez se importa más electricidad procedente de Marruecos, donde no hay tasas sobre las emisiones. Además, los planes para incrementar las interconexiones con el país norteafricano exponen aún más a España.

España ha exportado, tradicionalmente, electricidad hacia Marruecos. Sin embargo, tras la puesta en marcha de dos nuevas centrales de carbón en el país vecino, la dirección de ese flujo se invirtió. En 2019, la Unión Europea comenzó a investigar esas importaciones de electricidad.

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