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Tráiler | ‘Queso de cabra y té con sal’

El 28 de octubre se estrena en los cines de España la nueva película de la cineasta mongola Byambasuren Davaa, que narra una historia de lucha contra una gran empresa minera que quiere destruir el hábitat de muchas familias y seres vivos.
Foto: fotograma de la película.

El nuevo trabajo de la cineasta mongola Byambasuren Davaa es una película, pero no ficción. Queso de cabra y té con sal es una historia del presente. En una provincia en medio de la estepa mongola, Amra, de 11 años, vive una vida nómada tradicional con su madre Zaya, su padre Erdene y su hermana pequeña Altaa. Mientras Zaya cuida del rebaño, Erdene trabaja como mecánico y vende el queso casero de Zaya en el mercado local. Sin embargo, su pacífica rutina se ve amenazada por la invasión de empresas mineras de fuera del país, que excavan en busca de oro y devastan el hábitat natural en el que se han criado y trabajan. Erdene es el líder de los últimos nómadas que se oponen a ellas, y trata de unirse y convencer a sus compañeros de que no acepten las indemnizaciones que las empresas han ofrecido.

Este largometraje refleja a la perfección un tema clave a la hora de luchar contra la crisis climática y la pérdida de biodiversidad. Porque no es lo mismo la transición ecológica que la energética La primera implica un cambio de modelo y sistema que respeta el planeta. Se podría decir que es lo que hacen Amra, Zaya, Erdene y Altaa con su estilo de vida. En cambio, la transición energética, fundamental en todo ese proceso, no puede hacerse a costa de destruir ecosistemas. Esta idea también se ilustra en la película española Alcarrás.

La película llegará a los cines de España (distribuida por Surtsey Films) el próximo 28 de octubre. A continuación, podrás ver el tráiler en castellano.

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COMENTARIOS

  1. En las últimas décadas, la regulación de los impactos de las actividades de las empresas transnacionales sobre los derechos humanos y el planeta ha sido una cuestión central en la agenda de numerosas organizaciones indígenas, campesinas, sociales, ecologistas, sindicales y de cooperación en todo el mundo. El avanzar en el establecimiento de mecanismos para controlar y castigar los abusos cometidos por las grandes corporaciones, impedir la impunidad y evitar su repetición se ha convertido en uno de los grandes desafíos actuales para la humanidad.
    Desde el discurso de Salvador Allende en la Asamblea General de las Naciones Unidas el 4 de diciembre de 1972, en el que denunció el poder de las corporaciones transnacionales, hasta el instrumento internacional jurídicamente vinculante, sobre el que se viene debatiendo en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU desde que en 2014 se aprobara la resolución 26/9, o la propuesta de directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad, publicada por la Comisión Europea en 2022, pasando por las diferentes iniciativas legislativas que se han llevado a cabo en Francia, Suiza y Catalunya, en los últimos años se han presentado diferentes desarrollos normativos con el objetivo declarado de controlar las actividades de las empresas más allá de las fronteras del país de origen.
    En un contexto internacional de guerra y crisis energética, emergencia climática y socioecológica, ofensiva capitalista y aumento de desigualdades, las propuestas de regulación basadas únicamente en la diligencia debida corren el riesgo de operar como la cara amable del rescate de las grandes corporaciones por parte de los estados centrales europeos. Mientras se inyectan miles de millones de dinero público a las grandes empresas y bancos vía fondos europeos, compras de deuda, rescates de organismos públicos estatales, contratación pública, etc., no hay ninguna obligación ni requisito socioambiental efectivos para estas mismas compañías. Al contrario, se están aprobando leyes y medidas en favor de las grandes corporaciones. La diligencia debida, en esta coyuntura, viene a jugar el papel de servir como aparente contrapeso, cuando en realidad refuerza la falta de controles reales sobre el capital transnacional. No es de extrañar que grandes empresas como Microsoft, Unilever, Primark y Nestlé estén pidiendo impulsarla….
    https://www.ecologistasenaccion.org/210670/por-una-ley-que-exija-obligaciones-extraterritoriales-a-las-grandes-empresas/

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