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No todo es cambio climático: a propósito de reforestar para salvar el planeta

Un estudio reciente ha concluido que una reforestación a gran escala podría ayudar a reducir en un 25% las emisiones de CO2.
Un hombre plantando en la Estación Biológica Wayqecha, cerca de Paucartambo. REUTERS/Enrique Castro-Mendivil Foto: 2014-12-06T120000Z_581947335_GM1EAC60UNP01_RTRMADP_3_CLIMATECHANGE-LIMA-min

Jueves, 4 de julio. Muchos medios de comunicación, nacionales e internacionales, entre ellos Climática en sus noticias diarias, se hicieron eco de una nueva investigación publicada en la revista Science titulada El potencial global de la restauración de árboles. “Nuestra solución al cambio climático más efectiva hasta la fecha”, recogía el artículo en referencia a una posible reforestación a escala global para mitigar los efectos de gases invernadero.

Hubo gente que celebró la noticia como la gran solución a la crisis climática. ¿Y es así? “Los autores han podido pecar de exceso de optimismo, pero el problema fundamental es a nivel mediático”, afirma el doctor en Biodiversidad por la Universidad de Valencia Andreu Escrivà. El estudio analiza el potencial del secuestro de carbono mediante la reforestación –repoblación–, “pero no necesariamente plantar árboles [desde cero], como se ha dicho en varios medios”, remarca Escrivà. Es decir, los responsables de la investigación identifican zonas que podrían albergar muchos más árboles que capturaran CO2. En total, 900 millones de hectáreas hasta almacenar 205 gigatoneladas de carbono, las que podrían absorber hasta un 25% de nuestros niveles actuales de CO2.

No perder el foco de lo verdaderamente importante

Una las críticas a la investigación ha sido que está sobredimensionada la cantidad estimada de carbono que la reforestación podría absorber. En unas declaraciones en The Guardian, el profesor Simon Lewis, de la Universidad de Londres, afirma que no se tuvo en cuenta el carbono que ya estaba en la tierra antes de la reforestación, por lo que se necesitarían millones de años para alcanzar el máximo almacenamiento. En ese sentido se posiciona Andreu Escrivà, al señalar que “lo que necesitamos no es cortar el CO2 de aquí a 20, 30 o 40 años, sino cortar las emisiones ahora”.

Por ello, el doctor en Biodiversidad coincide con la base del estudio, pues “de las opciones para retirar CO2 ya existente, la repoblación es la mejor y más efectiva”. No obstante, vuelve a insistir en que, al final, la mejor opción para mitigar “es simple y llanamente dejar de emitir”. Y añade: las dos combinadas nos harían tener “un poco más de tiempo a la hora de tomar decisiones futuras”. No obstante, como remarca el estudio de Science, nos encaminamos hacia justo lo contrario, con una reducción de 223 millones de hectáreas en 2050.

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La crisis climática afectará a todo y todos, pero no lo es todo

Plantar, reforestar, restaurar, replantar. Da igual el término. Al final, el objetivo es el mismo: poner todos los árboles que sean posible para que hagan de esponja de las emisiones de dióxido de carbono que la humanidad genera. Pero hay un problema en esta noble acción, que se ha escenificado en el condado de Leitrim, al oeste de Irlanda.

Para combatir los efectos nocivos de los coches, fábricas y de la industria cárnica, Irlanda está plantando infinidad de árboles a lo largo de todo el país. Ha pasado de tener en 1900 un 1% de cubierta forestal a un 11%, con 770.000 hectáreas. Y quieren más. Sin embargo, activistas y residentes del Leitrim avisan: las píceas de rápido crecimiento plantadas están acabando con la vida silvestre, bloquean la luz solar y aíslan a las comunidades de la zona. No solo hay que restaurar las zonas, hay que saber elegir qué necesita el entorno. Como afirma Escrivà, “no todo es cambio climático”.

A este largo proceso de reforestar, además, habría que sumarle otras acciones: transportar los árboles hacia los lugares donde no haya, preparar la zona, acompañar al árbol durante el ciclo de crecimiento… Por este cúmulo de factores, el experto en biodiversidad se muestra “particularmente preocupado” con “supeditar el medio natural a ser una simple aspiradora de CO2”. Aclara que “hay cosas que son simplemente gestión de espacios naturales, gestión de la biodiversidad, gestión del agua y del suelo…”. Y remata: “Si el único parámetro que se usa para decidir si repoblar o no es la captura de CO2, plantemos todo de eucaliptos y pinos que crecen muy rápido y ya está”.

En 2017, la idea de usar árboles para paliar las emisiones ya fue cuestionada. Un grupo de investigadores e investigadoras del Potsdam Institute for Climate Impact Research, en Alemania, publicaron un artículo en la revista Earth’s Future donde ponían en duda esta solución con el escenario actual de emisiones. Como explicaba Lena Boysen, autora principal del trabajo, “el daño medioambiental que causarían sería enorme”.

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COMENTARIOS

  1. Me parece mentira que a esta conclusión tan elemental no hayan llegado estos sesudos ” técnicos” REDUCIR REDUCIR REDUCIR. Todo lo innecesario y pernicioso. Si es tan simple ¿ por qué no lo hacen?

  2. Tendrían que haber prohibido desde hace mucho tiempo el talar árboles en el amazonas,ahora vienen las consecuencias.Hay que forestar con urgencia todo el planeta sino queremos abrasarnos de calor en un futuro cercano.No lo piensen más y manos a la obra y pongan a la vez vigilancia en los bosques para los infractores.

  3. Sólo faltaba eso, que llegara el día en que tuviéramos que protestar contra el daño que hace la ‘reforestación descontrolada’.

    Apenas me quedan lágrimas que llorar.

  4. “Estamos unidas y vamos a continuar en nuestra lucha por la defensa de la Madre Tierra”
    MUJERES ATACADAS POR DEFENDER LA SELVA AMAZÓNICA
    Decenas de mujeres amazónicas trabajan juntas para defender la Amazonía, hogar de cientos de comunidades indígenas, miles de especies y la mitad de la selva del mundo. Las actividades económicas a gran escala, como la extracción de petróleo, la minería y la explotación forestal, constituyen a menudo una amenaza para el medioambiente y para las personas.
    Estas mujeres desafían a enormes intereses políticos y económicos. A diario arriesgan sus vidas y las de sus familias para defender los derechos humanos y la naturaleza.
    Las autoridades de Ecuador han incumplido su deber de protegerlas e identificar a sus atacantes.
    Pide a la fiscal general del Estado, Diana Salazar, que les garantice justicia y protección.
    https://www.es.amnesty.org/index.php?id=11865&L=770

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