La UE presenta un paquete climático para reducir las emisiones en un 55% para 2030

La Comisión Europea presenta este miércoles un paquete de proyectos legislativos para respaldar el compromiso de la Unión Europea de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030 en comparación con los niveles preindustriales. Así, este plan aumenta la ambición del anterior objetivo establecido, que contemplaba una reducción de las emisiones del 40% para ese año. Las propuestas de la Comisión, presentadas por Frans Timmermans –vicepresidente de este organismo y encargado del Pacto Verde– deberán ser aprobadas por los países miembros y por el Parlamento Europeo en un proceso que durará al menos un año.

El paquete, llamado Fit for 55 en referencia al objetivo acordado por los países miembros del bloque en diciembre de 2020, establece límites más estrictos en toda la Unión Europea para las industrias cubiertas por el sistema europeo de comercio de emisiones (ETS), pero también aumenta los objetivos para que todos los países miembros frenen las emisiones de los sectores que están fuera de este sistema, como la agricultura o los edificios.

Un elemento clave será la creación de un sistema previsto por la UE para gravar los productos importados –como el acero– que no incluyan un precio nacional para los combustibles fósiles –el llamado Mecanismo de Ajuste en la Frontera del Carbono–. A través de un nuevo impuesto ecológico en las fronteras se pretende evitar una fuga de CO2 desde la UE hacia, por ejemplo, los Balcanes o Ucrania.

En cuanto a impuestos energéticos, la Comisión Europea propone cambiar la fiscalización del petróleo, el gas, la gasolina y la electricidad. Sobre este punto, los Estados miembros deberán llegar a un acuerdo y unificar su criterio. El paquete también recoge un objetivo más ambicioso para todo el bloque respecto al uso de energías renovables, así como un límite comunitario más estricto para el dióxido de carbono de los automóviles.

Sobre la aviación, la propuesta de la UE baraja la reducción de la cantidad de derechos gratuitos que las aerolíneas europeas obtienen dentro del Sistema de Comercio de Emisiones de la UE, ya que esta ha dejado la mayoría de sus emisiones de CO2 completamente libres durante la última década.

Las deliberaciones a raíz de este paquete de medidas marcarán la agenda climática del bloque en los próximos años. “Será el primer intento de decir que no solo nos comprometemos con cifras sino que tenemos un conjunto de políticas –muy precisas– en una región en la que los países tienen geografías, sistemas sociales, combinaciones energéticas y niveles de riqueza diferentes, lo que obliga a los responsables políticos a encontrar compromisos que sean justos y ambiciosos”, explica Laurence Tubiana, directora general de la Fundación Europea del Clima.

Durante ese proceso, será clave el reto de garantizar una transición socialmente justa que requerirá de una nueva financiación para quienes dependan de las viejas tecnologías, una cuestión que ya pone de manifiesto el Fondo Social del Clima previsto por la UE. Se espera que del paquete presentado se extraiga una revisión energética que determinará decisiones cómo hasta cuándo pueden las centrales eléctricas quemar carbón o hasta cuándo los fabricantes de automóviles deben abandonar el motor de combustión interna.