master cooperacion universidad pais vasco

¿Son los jóvenes y los ciudadanos del norte de Europa los más comprometidos ambientalmente?

"Existen una serie de afirmaciones en el imaginario popular que, de tanto repetirse, terminan por asumirse veraces sin que exista evidencia al respecto", analiza la Doctora en Psicología Social Cristina Gómez-Román.
Protesta de Fridays For Future en Bielefeld, Alemania, en septiembre de 2020. Foto: NOAH ELEAZAR/UNSPLASH

Cristina Gómez-Román, Doctora en Psicología Social, Universidade de Santiago de Compostela.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

Mucho se ha investigado, publicado y debatido en los medios sobre el cambio climático. Ese bombardeo de información puede llevar a que a veces resulte difícil separar los hechos de la ficción.

Existen una serie de afirmaciones en el imaginario popular que, de tanto repetirse, terminan por asumirse veraces sin que exista evidencia al respecto. Así, hay algunas creencias asociadas sobre el mayor o menor compromiso ante el cambio climático de determinados grupos que no siempre están apoyadas por las cifras.

ecooo

Para averiguar si esas ideas se sostienen con datos, desde el Grupo COSOYPA de la Universidad de Santiago de Compostela, en colaboración con el ISCTE – Instituto Universitário de Lisboa, hemos analizado esta cuestión.

Hemos aprovechado que la ronda 8 de la Encuesta Social Europea (ESS), recopilada en 2016 y publicada en 2018, incluye un módulo titulado “Actitudes sobre el cambio climático”. A partir de él, hemos estudiado dos afirmaciones que acostumbramos asumir como verídicas: ¿Son realmente los europeos del norte y los mileniales los más comprometidos con la respuesta ante el cambio climático?

master cooperacion universidad pais vasco

¿Es más ecologista el norte de Europa?

En Europa, existe un argumento recurrente que alimenta la creencia de que los ciudadanos del norte son más ecologistas. Esta afirmación no aparece espontáneamente. Se construye a través de los medios que comparten resultados de informes, como por ejemplo el del EPI (Environmental Performance Index). Esta clasificación identifica qué países son los más ecológicos, basándose en 32 indicadores de desempeño en 11 categorías sobre salud ambiental y vitalidad de los ecosistemas.

Según este índice, países del norte de Europa como Finlandia, Islandia, Suecia y Dinamarca se ubican en la parte superior del gráfico ecológico. Sin embargo, no siempre esos indicadores coinciden con las actitudes y opiniones de las personas que habitan esos países. Pueden llevar a asumir que los ciudadanos del norte son más respetuosos con el medio ambiente que los del sur, cuando lo que significa es que esos países tienen una serie de indicadores más favorables.

¿Están los jóvenes más concienciados?

Otra creencia ampliamente extendida en torno al proambientalismo de determinados grupos es la que se hace teniendo en cuenta la cohorte generacional.

En España, según un informe elaborado por la consultora Deloitte, los mileniales son mucho más críticos y exigentes que sus padres. Defienden valores como la transparencia, la sostenibilidad, la participación, la colaboración y el compromiso social.

Según un estudio del MIT AgeLab, la mayoría de los mileniales creen que están más preocupados que las generaciones anteriores por proteger el medio ambiente.

Nuestros resultados desmienten ambas ideas

Los datos de la Encuesta Social Europea que empleamos en nuestro análisis desafían ambas suposiciones. Lo que hemos encontrado es que cuando se pregunta directamente a la población sobre actitudes concretas, los resultados chocan con el imaginario popular. Ni los europeos del norte ni los mileniales están más comprometidos que los habitantes del sur o que la generación anterior.

podcast la climática

En términos generales, los ciudadanos del sur tienen actitudes más proambientales y están dispuestos a tomar acciones más directas, como por ejemplo realizar inversiones que reduzcan el uso de energía. También están más dispuestos a aceptar leyes que prohíban la venta de electrodomésticos de menor eficiencia energética. Mientras tanto, los ciudadanos del norte prefieren subsidios e impuestos en lugar de medidas punitivas como prohibiciones legales.

Nuestro estudio mostró, además, que los mileniales obtuvieron calificaciones significativamente más bajas en las categorías de actitudes proambientales y responsabilidad personal, y están menos dispuestos a aceptar medidas punitivas. Este resultado coincide con estudios recientes que muestran que, si bien los mileniales son conscientes de una serie de valores, entre los que se encuentran la sostenibilidad y el compromiso social, también se han criado en una cultura individualista que pone más el foco en uno mismo y menos en el grupo.

Así, los datos de la ESS muestran una disminución en la preocupación por el medio ambiente entre los más jóvenes en comparación con la generación anterior.

Intenciones vs. acciones

De todos modos, aunque estos resultados muestran que los europeos del sur y la generación X parecen otorgar gran importancia al ambientalismo e incluso exigen más medidas para reducir su impacto ambiental, el comportamiento real de estos grupos está muy rezagado. En otras palabras, existe una brecha de intención-comportamiento.

Sería interesante averiguar si existen otros procesos psicológicos detrás de estos resultados, como una metapercepción que lleva a los europeos del sur y a la generación X a inflar sus respuestas en la encuesta para superar un estereotipo interiorizado de que están menos comprometidos con el medio ambiente que los europeos del norte y los jóvenes.

Otra posible explicación para estos resultados podría ser que los encuestados realizaron comparaciones sociales con los estándares en sus propios países cuando dieron sus respuestas, partiendo de esa creencia social compartida de que actuar de manera ambiental es un comportamiento más establecido en los países del norte. Para los encuestados del norte de Europa, este estándar podría hacerles sentir que tienen una mayor responsabilidad en su comportamiento y, como consecuencia, afectar a sus respuestas en la encuesta.

Por otro lado, dado que la adopción de medidas ambientales es todavía un concepto algo nuevo en los países del sur de Europa, la percepción subjetiva de las intenciones de los participantes del sur podría explicar sus altas puntuaciones en algunas variables. Compararse con los estándares del resto de la población puede haber hecho que los encuestados pensaran que son más proambientalistas en comparación con sus compatriotas, lo que podría explicar esas altas puntuaciones obtenidas en la ESS.

Este trabajo pone de manifiesto que no siempre las creencias sobre determinados grupos se ajustan realmente a la realidad, en este caso, en cuestiones relacionadas con el cambio climático.

Sin embargo, estos resultados deben hacernos pensar también en cuánto trabajo queda por hacer para comprender por qué esa preocupación por el cambio climático y la actitud favorable hacia políticas que buscan su mitigación todavía no se reflejan en comportamientos claros. Este sin duda es un desafío para la protección del medio ambiente y el éxito de las políticas que promueven las tecnologías de energía renovable y el consumo sostenible.

Como decía Clint Eastwood, quizá no se trate solo de dejar un mejor planeta para nuestros hijos, sino también unos mejores hijos para nuestro planeta.

Gracias a la colaboración de nuestra
comunidad podemos publicar. Ayúdanos a seguir.

COMENTARIOS

  1. CAPITALISMO, CONSUMISMO, DEGRADACION DEL MEDIO AMBIENTE, CAMBIO CLIMATICO, TODO ES LO MISMO.
    ¿Qué creeis que sucede cuando merman valores e ideales y ocupan su lugar los “valores” del capital: codicia y manipulación de masas.
    Esta es la Europa del capital, en el norte y en el sur.
    ————————————————————————–
    Ecologistas en Acción: El mundo pos COVID se presenta inmerso en una crisis energética que pone en jaque la estabilidad económica, social y ambiental ante la pasividad de administraciones y gobiernos.
    Cuando todavía se estaba en pleno proceso de recuperación de la resaca que dejó la pandemia en 2020, las primeras sacudidas de un colapso civilizatorio que acelera el paso a un ritmo vertiginoso lo ha puesto muy complicado.
    La crisis energética castiga con dureza a muchas familias a través de los precios desorbitados en la factura de la luz, y encarece todos los procesos industriales. Esto se traduce en una crisis de suministros sin precedentes. Son muchas las voces que alertan de la necesidad de adoptar medidas urgentes para transitar a un nuevo modelo que asegure la estabilidad económica, social y ambiental en las próximas décadas.
    Ante la avalancha descontrolada de megaproyectos de instalación de energías renovables, Ecologistas en Acción ha publicado un manifiesto ante el proceso de transición energética e implantación de renovables, en el que se recuerda que ningún modelo será justo desde un punto de vista social y ambiental si se continúa primando un sistema económico insaciable, que encuentra en las empresas energéticas y en sus grandes proyectos la forma de perpetuar sus beneficios.
    También se ha aprobado por unanimidad «El 5G y su mundo», un posicionamiento sobre la hiperdigitalización, alertando sobre sus impactos ecosociales.

  2. Talan 200 olivos multicentenarios en Villamanta (Comunidad de Madrid).
    El pasado 20 de noviembre, en una parcela rústica situada al sureste del casco urbano, en el pareje La Vega de Villamanta, comenzó la tala de 200 olivos de entre 300-500 años. Se desconoce el motivo aunque podría ser un cambio de cultivo más rentable para la propiedad. Los árboles talados estaban sanos y producían aceitunas como se puede comprobar en las ramas tiradas en el suelo junto a cada tocón.
    La historia del olivo tiene sus raíces en el propio origen de la agricultura, en las primeras civilizaciones del Mediterráneo. Estos árboles pueden sobrepasar los mil años.
    Más de 300 millones de olivos cubren gran parte de los paisajes de España y 2,3 millones están en la Comunidad de Madrid, especialmente en el sureste y suroeste pero también en zonas de premontaña (Torrelaguna, Torremocha de Jarama).
    Actualmente, la creciente sensibilización de la sociedad hacia los problemas de su entorno medioambiental, está concediendo al olivar tradicional un papel destacado en el paisaje, en el mantenimiento de la población rural, o en la conservación de los recursos genéticos de la especie. En este nuevo contexto y debido principalmente a la presión urbanística, al creciente uso del olivo como planta ornamental, a cambios de cultivo y al vacío legal existente, aparecen problemas tales como la tala, el arranque y la venta indiscriminada de olivos centenarios.
    Actualmente, la creciente sensibilización de la sociedad hacia los problemas de su entorno medioambiental, está concediendo al olivar tradicional un papel destacado en el paisaje, en el mantenimiento de la población rural, o en la conservación de los recursos genéticos de la especie. En este nuevo contexto y debido principalmente a la presión urbanística, al creciente uso del olivo como planta ornamental, a cambios de cultivo y al vacío legal existente, aparecen problemas tales como la tala, el arranque y la venta indiscriminada de olivos centenarios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.