El segundo capítulo del Manual del Consumidor Anti-Emergencia Climática de Carro de Combate se centra en la energía. Con el 20 por ciento de las emisiones totales, es el segundo sector más contaminante en España, tan solo por detrás del transporte, que ya abordamos en el primer capítulo. No obstante es el sector donde las emisiones más se incrementaron en 2017, con un 16,9 por ciento más con respecto al año anterior.
Algunos datos:
- En España la energía procede fundamentalmente de centrales nucleares (con un 20,6 por ciento en 2018), seguida de fuentes eólicas con el 19,0 por ciento, el carbón (13,5 por ciento), la hidraúlica (13,2 por ciento) y los ciclos combinados de gas (con un 10,2 por ciento) [Fuente].
- Las energías renovables en España suponen un 17,3 por ciento del total de la demanda final, una cifra por encima del 17 por ciento de media de la Unión Europa pero muy lejos del 53,8 por ciento de Suecia [Fuente].
- Sin embargo, la producción energética en centrales térmicas de carbón ha aumentado en España durante los últimos años (+20,6 por ciento en 2017). La de ciclos combinados también (+27,5 por ciento). Estas son dos de las fuentes de energías con más emisiones asociadas [Fuente].
- No todas las empresas energéticas son iguales. De hecho, varias de las eléctricas españolas está entre los primeros puestos en la lista de empresas más contaminantes del país. La primera de la lista es Endesa (9,3 por ciento del total de emisiones de España), mientras que Naturgy e Iberdrola están también entre las diez primeras posiciones [Fuente].
¿Pero podemos hacer algo para que esos números se inviertan? Durante los últimos años han aparecido en España cooperativas energéticas y otras compañías que comercializan energía procedente de fuentes renovables. En #yoibextigo ya publicamos algunas de las principales alternativas verdes del sector eléctrico español.
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“Abruma pensar la cantidad de energía que puede llegar a consumirse de un modo tan superfluo en todo el mundo desarrollado durante estas fechas navideñas. Y es que, aunque los recibos de la luz los paga cada ayuntamiento (al final cada ciudadano o ciudadana), la factura medioambiental en forma de cambio climático o contaminación la paga todo el planeta. Y, mientras tanto, cada vez más personas sumidas en la pobreza energética.
Es una carrera obscena e indignante en la que, en algunas ciudades del Estado español, los alcaldes están jugando a ver quién gasta más dinero público en luces navideñas, algo que no tiene demasiado que ver con lo que es el espíritu navideño, que tendría que estar más enfocado en competir por la solidaridad, con la calidad de los servicios públicos, con dar una buena imagen en cuanto a la calidad del transporte, etcétera”….
https://www.eldiario.es/norte/vientodelnorte/Despilfarros-navidenos_6_970512957.html