La acción climática progresa, pero sigue siendo insuficiente

Ya hace siete años desde que 193 Partes aunaron compromisos para mitigar el cambio climático en el Acuerdo de París. Entonces el año 2030 quedaba muy lejos, pero ahora nos encontramos a mitad de camino y las acciones por limitar el calentamiento global a los 1,5 grados siguen siendo escasas. Así lo asegura el nuevo informe de ONU Cambio Climático, en el que se han analizado los planes climáticos, conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés), de los firmantes del tratado.

Hasta ahora, las acciones propuestas por los estados son generalmente a largo plazo, y en su conjunto cubren el 94,9% del total de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en 2019. Entre ellas se incluyen 24 NDC actualizadas o presentadas posteriormente a la COP26 que se celebró a finales de 2021 en Glasgow y hasta septiembre de 2022. Una cifra que a Simon Stiell, Secretario Ejecutivo del organismo, le parece insuficiente para hacer frente a la emergencia climática.

“En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en Glasgow el año pasado, todos los países acordaron revisar y reforzar sus planes climáticos. El hecho de que solo se hayan presentado 24 planes climáticos nuevos o actualizados desde la COP26 es decepcionante. Las decisiones y acciones de los gobiernos deben reflejar el nivel de urgencia, la gravedad de las amenazas a las que nos enfrentamos y el poco tiempo que nos queda para evitar las devastadoras consecuencias de un cambio climático galopante”, asegura.

Por ello, y a pocos días de la próxima Conferencia por el Clima, Stiell ha instado a los gobiernos a que revisen sus políticas climáticas. De lo contrario, la inacción de los países del Acuerdo de París podría situar al mundo en los 2,5º C a finales de siglo y aumentará las emisiones en un 10,6% para 2030 en comparación con los niveles de 2010.

La falta de acción de los sectores también cuenta

El World Resources Institute ha querido complementar este informe con uno propio: el State of Climate Action 2022. En él, analizan la acción climática de los sectores que, en conjunto, representan aproximadamente el 85% de las de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero —estos son energía; edificios; industria; transporte; bosques y tierra; y alimentación y agricultura. De los 40 indicadores evaluados, ninguno está cerca de alcanzar el cumplimiento del Acuerdo de París.

“Este año, el mundo ha visto la devastación provocada por sólo 1,1º C de calentamiento. Cada fracción de grado es importante en la lucha para proteger a las personas y al planeta. Estamos viendo importantes avances en la lucha contra el cambio climático, pero seguimos sin ganar en ningún sector“, afirma Ani Dasgupta, Presidenta y Directora General del Instituto de Instituto de Recursos Mundiales.

Para hacerlo, el organismo concluye que debemos tomar varias medidas globales como: eliminar progresivamente el carbón en la generación de electricidad seis veces más rápido; ampliar los sistemas de transporte público; reducir la cantidad de dióxido de carbono emitido por tonelada de cemento producido diez veces más rápido; reducir la tasa anual de deforestación 2,5 veces más rápido; y cambiar a dietas más saludables y sostenibles cinco veces más rápido.

Todo se debe hacer más rápido. Pero, mirando el lado positivo, en los últimos años se observa un aumento en la adopción de energías renovables como la energía solar y eólica, que han registrado un crecimiento récord de un 47 y un 31% respectivamente entre 2019 y 2021; y en la transición a los vehículos eléctricos, que duplicaron sus ventas en 2021 en comparación con el año anterior.

Por otro lado, el informe de la ONU es una actualización del que se hizo inicialmente en 2021. Entre ellos, hay varias diferencias que también tienden a la esperanza. Por ejemplo, la evaluación del año pasado mostraba que las emisiones proyectadas iban a aumentar en un 13,7% para 2030 en comparación con 2010, mientras que el de este año muestra que se reducirán en un 0,3% para el mismo año en comparación con 2019.

Un segundo informe del mismo organismo, publicado también este miércoles, indica que las emisiones de gases de efecto invernadero en los países con estrategias de transición energética a largo plazo “podrían ser aproximadamente un 68% más bajas en 2050 que en 2019, si todas las estrategias a largo plazo se aplican plenamente a tiempo”.

Parece una carrera a contrarreloj. O lo es. Vamos por el camino correcto, pero no a la velocidad adecuada. Porque, como concluye el World Resources Institute, para conseguirlo, primero hace falta dar un paso de gigante y deshacerse de aquello que la ensucia: los combustibles fósiles.